La Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria ha presentado la jornada de movilizaciones del 19 de junio. La Carta ha hecho un llamamiento a salir a la calle bajo el lema «Etxean geratu naiz. Orain kalera aterako gara. Burujabetza bizitzak sustengatzeko LEHENIK BIZITZA!” y ha presentado un manifiesto apoyado por trabajadores de los sectores que han destacado en los últimos meses en la lucha por la vida (sanidad, cuidado, comercio) y por personalidades de diferentes ámbitos (cultura, periodismo, mundo académico) y representantes de diversos movimientos sindicales y populares.
Los días se nos han hecho largos. Algo invisible ha irrumpido en nuestro día a día y ha alterado la normalidad. Las cosas han cambiado y no volveremos al anterior escenario. Sin embargo, no nos importa por el mero hecho de que no queremos la anterior normalidad, queremos avanzar. Queremos dejar atrás un modelo social incapaz de responder a una crisis sanitaria. Se ha de priorizar la protección de las personas, de las comunidades y del planeta, en lugar de la protección del mercado, del beneficio económico y de la propiedad privada. Es hora de poner en el centro los intereses de las y los trabajadores y del pueblo. ¡Primero la vida! En las últimas décadas, quienes nos gobiernan han adoptado medidas neoliberales, circunstancia que nos ha llevado a una situación de colapso. El sistema capitalista, heteropatriarcal, racista, ecocida, colonialista ha conducido nuestras vidas al colapso. En el día a día de nuestro país se llevan a cabo políticas que suponen el rescate de la banca, continuos recortes en servicios públicos, el sometimiento del trabajo asalariado a un mercado insaciable a través de reformas laborales y la invisibilización de los trabajos esenciales. Las crisis suelen ser tiempos de cambio y oportunidades. Euskal Herria. Siglo XXI. Queremos ser dueñas y dueños de nuestras decisiones para sustentar nuestras vidas y decidir aquí con el fin de desarrollar políticas en función de las mayorías. Es indispensable un nuevo modelo socio-productivo. Exigimos un cambio de rumbo radical. No nos conformaremos con menos.
Nos adherimos a este documento para reivindicar una nueva realidad. Es una utopía neoliberal pensar que es sostenible seguir en la misma dirección. Las vidas al centro/Primero la vida.
TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS
Queremos ser personas libres. Para ello, es imprescindible garantizar todos los derechos sociales -salud, educación, alimentación saludable, vivienda, cultura- y la capacidad de decisión. Es imprescindible una sociedad democrática que elimine de raíz cualquier discriminación por origen, raza, sexo, género, lengua o cualquier otro supuesto. Entendiendo que las instituciones tienen la misión intrínseca de garantizar los derechos de todas las personas, debemos hacer una transición desde un modelo basado en el individualismo hacia un modelo que fomente las prácticas colectivo-comunitarias, poniendo al alcance de todas las personas los medios que nos pertenecen y pudiendo realizar nuestras propias aportaciones.
Reforzando las redes interpersonales, las relaciones, los intercambio y los cuidados mutuos, el nuestro será un ejercicio de soberanía popular permanente. Frente a las medidas de
control adoptadas en el estado de alarma y a la recentralización del Estado, reivindicamos soberanías: plena capacidad de decisión sobre nuestro cuerpo, sobre el futuro de nuestro país, sobre nuestros proyectos autoconstituidos y sobre el desarrollo de nuestro modelo socio-productivo.
REORGANIZAR EL TRABAJO/LOS TRABAJOS
Se han de reconocer y distribuir los trabajos que sustentan las vidas y garantizar unas condiciones laborales dignas a todas y a todos los trabajadores, incluidos quienes se encuentran en situación administrativa irregular. Tenemos que revisar la producción, priorizar la aportación social, ampliar el conocimiento y reducir las horas de trabajo. Tenemos que repartir el trabajo, crear empleo de calidad, garantizar el control social y trabajar para vivir más que para trabajar. La alternativa existe y está en nuestras manos.
REFORZAR EL SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL. REFORZAR LA SALUD Y LOS SERVICIOS PÚBLICOS
Debemos poner en valor el sistema público y común (propiedad pública, modelo participativo) para hacer frente a la pobreza y a la precariedad cronificada. Necesitamos un sistema de protección eficaz, potente y propio para las personas, construido por nosotras y nosotros. Tenemos el reto de satisfacer las necesidades vitales de los colectivos más vulnerables. Ante este reto de colmar las necesidades vitales de los colectivos vulnerables, nuestro objetivo debe pasar por lograr el derecho a una vida digna para toda la ciudadanía.
QUE PAGUE EL CAPITAL/QUE PAGUEN LOS RICOS
La mayoría social no está dispuesta a asumir las consecuencias negativas de la crisis generada por el sistema capitalista. Es hora de repartir equitativamente la riqueza acumulada por unos pocos gracias a los beneficios del trabajo de la mayoría. No vamos a aceptar deudas ilegítimas. Con objeto de que pague quien más tiene, serán necesarias reformas fiscales profundas. Las instituciones deben dejar de depender de la patronal y de ser rehenes del capital. Han de estar al servicio de los sectores populares.
Aunque la situación que nos presentan sea gris, tenemos que seguir dibujando un futuro de color para orientar nuestros pasos. Nos movilizaremos en la calle, adecuándonos a la realidad en cada momento y cumpliendo responsablemente las medidas sanitarias necesarias. Queremos hacer extensivo nuestro llamamiento a todas y todos, con una reivindicación clara: ¡primero la vida!