El objetivo de situar la vida en el centro es una constante en las reivindicaciones de la Carta Social, y hemos venido defendiendo que la Covid-19 solo ha contribuido a visibilizar aún más la crisis sistémica (económica, social, ecológica, de cuidados…) que denunciamos los agentes que integramos dicha Carta, además de la necesaria transformación social que ello implica. En la Huelga General del pasado 30 de enero y la jornada de movilización del 19 de junio interpelamos a las patronales y las instituciones vascas, instándoles a que den los pasos necesarios hacia la transformación social, de manera que en el conflicto entre capital y vida logremos salir de esta crisis situando los cuidados y las vidas dignas en el centro.
La Covid-19 ha puesto sobre la mesa diversas lecciones y urgencias; destacaremos dos de ellas. Por un lado, cuáles son los trabajos y servicios fundamentales para la vida, de todas y todos, públicos, y la necesidad de defender, reforzar y desarrollarlos. Por otro, un reparto de la riqueza más justo, algo ineludible para que ello sea posible. Esto no es nada nuevo. Los agentes que conformamos la Carta Social de Euskal Herria nos hemos movilizado en repetidas ocasiones en torno a esas reivindicaciones, pero creemos que en este contexto de la Covid-19, y ante el acuerdo programático para el nuevo gobierno, que da a entender que se pretende continuar con las políticas neoliberales de los últimos años, la movilización es más urgente que nunca.
Los sindicatos del sector educativo han convocado una huelga y llaman a movilizarse el 15 de septiembre, para exigir al Gobierno Vasco una vuelta presencial a las aulas segura y acordada; reivindicar un sistema educativo soberano y digno para toda la clase trabajadora y el conjunto de la ciudadanía, y lograr la consecución de una educación que sitúe en el centro la vida y el bienestar del alumnado, trabajadores y trabajadoras. Para ello son imprescindibles la interlocución y negociación, la reducción de ratios, medidas para superar las brechas (sociales, emocionales, curriculares, lingüísticas…), la adaptación del curriculum, medidas de protección para los colectivos más vulnerables, medidas de conciliación y el aumento de la plantilla, entre otras cuestiones.
En la medida en que la educación es un instrumento fundamental para la cohesión social, la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria apoya la reivindicación de que se deben planificar y disponer recursos para garantizar una vuelta a las aulas presencial y segura, con la inversión que esto conlleva.
Por tanto, nos unimos a la convocatoria de huelga del 15 de septiembre en la Educación y los servicios subontratados del sector, manifestamos nuestro total apoyo y llamamos a la ciudadanía a participar en las movilizaciones previstas.
